Al menos unos mil 500 habitantes de la costa norte de Papúa, Nueva Guinea fueron desalojados hoy por la erupción de un volcán, que permaneció inactivo por más de 500 años.
La evacuación fue ordenada por el primer ministro de Papúa Nueva Guinea, Peter O’Neill, ante el constante aumento de la actividad volcán de la isla de Kadovar y la advertencia del Observatorio Vulcanológico de Rabaul (RVO) sobre un posible tsunami.
1,500 AÑOS DE PERMANECER INACTIVO
El volcán, de más de 500 metros de altura sobre el nivel del mar y ubicado en la isla norteña de Kadovar, frente a Papúa Nueva Guinea, entró en erupción el pasado 5 de enero, después de unos 500 años de permanecer inactivo.
Sin embargo, la actividad volcánica se intensificó significativamente en los últimos días, culminando en una gran explosión el viernes, cuándo arrojó rocas incandescentes, ceniza y una gran cantidad de vapor.
“El terreno alrededor del volcán es muy empinado, por lo que aumenta el riesgo de un gran deslizamiento de tierra que podría desencadenar un tsunami”, destacó O’Neill en un comunicado emitido este domingo, según un reporte del sitio Loop PNG.
PELIGRO DE TSUNAMIS
Los tsunamis pueden viajar cientos y miles de kilómetros a través de aguas abiertas, por lo que las comunidades deben estar listas si hay un deslizamiento de tierra, destacó el jefe de gobierno al justificar la evacuación.
O’Neill también ordenó la cancelación de todos los vuelos y pidió que todos los barcos y embarcaciones que no estaban involucrados en el esfuerzo de evacuación mantenerse alejados del área, como medida de precaución y para no obstaculizar el desalojo.
También fueron desalojadas más de tres mil residentes en las islas circundantes de Ruprup y Biem, donde otro volcán entró en actividad la semana pasada.
CÚPULA DE LAVA, VISIBLE EN EL MAR
Las personas desalojadas este domingo del norte de Papúa Nueva Guinea fueron trasladadas a la cercana isla de Blup Blup, donde reciben ayuda de la Cruz Roja Internacional, quien ha proporcionado aproximadamente unos 26 mil 274 dólares para ayudarlos.
“Cuando el volcán entró en erupción, la gente corrió de inmediato para escapar. Necesitan alimentos, agua, refugio y ropa de inmediato”, afirmó el secretario general de la Cruz Roja en Papúa Nueva Guinea, Uvenama Rova, desde Port Moresby, capital del país.
En su último boletín de este domingo, el Observatorio destacó que una cúpula de lava en Kadovar era visible en el mar, con gruesas nubes blancas de vapor, que se elevan a unos 600 metros sobre el nivel del mar.
Papúa Nueva Guinea, un país en el sudoeste del océano Pacífico, situado al norte de Australia, está ubicado en el llamado “Anillo de Fuego del Pacífico”, donde hay intensa actividad sísmica y volcánica.